
Domingo 21º del Tiempo Ordinario - 24 de agosto de 2025 |
¿Son muchos los que se salvan? Si tenemos en cuenta que ser fiel seguidor de Jesús y estar salvado son una misma cosa, y si son auténticos cristianos todos los que dicen que lo son... no parece que la respuesta a esa pregunta sea demasiado difícil.
Pero, ¿no debería ser muy distinto el mundo si fuéramos coherentes los que nos llamamos seguidores de Jesús? O, ¿no estaremos engañados -y engañando- acerca de lo que es ser cristiano? ¿No habremos entrado por la puerta equivocada?

22º del Tiempo Ordinario 31 de agosto de 2025 |
Humildad: autoestima más solidaridad
La vida no debería ser una permanente competición. O tal vez sí; pero, en este caso, el único competidor a superar debe ser uno mismo.

Domingo 23º del Tiempo Ordinario - 7 de septiembre de 2025 |
Decisión consciente y libre
A Jesús no le gusta la popularidad fácil; y trata de eludir el baño de multitudes que no le habría sido difícil alcanzar muy pronto y mantener a lo largo de toda su actividad. La radicalidad de sus exigencias y la claridad con que las plantea a todos los que lo escuchan muestra a las claras que lo que a él le interesaba de verdad es que la decisión de seguirlo fuera adulta, consciente, libre y responsable.

Domingo 24º del Tiempo Ordinario - 14 de septiembre de 2025 |
Porque sólo es amor, es libertad
Nos han acostumbrado a temer a Dios y nos cuesta trabajo aceptar que Dios es sólo amor. Pero así lo explica con toda claridad el evangelio de hoy, superando y completando la incompleta revelación que de Dios nos ofrece el Antiguo Testamento. El Dios eternamente enojado no es el Padre de Jesús; y no debe gustarle nada que pensemos que eso podría ser posible. Y nosotros, si realmente queremos ser sus hijos, debemos intentar parecernos a Él y renovar nuestro mundo, desde sus mismos cimientos, para que pueda ser un mundo de hermanos, hijos de un Dios que sólo es amor. Y, por eso, es fuente y garantía de verdadera libertad.

Domingo 25º del Tiempo Ordinario - 21 de septiembre de 2025 |

Domingo 26º del Tiempo Ordinario - 28 de septiembre de 2025 |
¿Cuál es nuestra esperanza? ¿Cómo la buscamos?
Falsa esperanza la de los que creen que engañarán a Dios con sus muchas celebraciones litúrgicas, olvidando practicar la justicia y la solidaridad; ideología engañosa, alienante y opresora la de los que enseñan que los pobres deben resignarse con su sino y consolarse con la expectativa de una mejor suerte en la vida futura. A la luz del evangelio no se pueden separar el amor a Dios y el amor -verdadero, de hecho, no de boquilla- a los hermanos; y a la luz del mensaje de Jesús no se puede decir a los pobres que esperen a la otra vida para ser felices: porque Dios los quiere. Y los quiere dichosos ¡ya!