
Domingo 28º del Tiempo Ordinario - 12 de octubre de 2025 |
Contra toda marginación
Doblemente marginado, por samaritano y por leproso, descubrió la presencia de un “Dios-Padre-para-todos” en el proyecto —en sus palabras y en sus acciones— de Jesús. El evangelio nos vuelve a sacudir en un momento en el que parecemos dormidos, insensibles ante el aumento constante del número de los marginados en nuestro mundo. Y nos empuja, contra corriente, a defender la dignidad de las personas y a luchar contra toda marginación.

Domingo 29º del Tiempo Ordinario - 19 de octubre de 2025 |
Oración y compromiso con la justicia
La oración es esperanza, fe y amor. Y compromiso con la justicia.
La oración y los gestos de la liturgia podrían interpretarse como pura magia si no están respaldados por la fe en un Dios absolutamente libre que no se deja manipular por nada ni por nadie; y por la conciencia de que lo que hay que pedir en la oración es que la justicia de Dios se implante en este mundo; y, finalmente, la oración debe estar respaldada por un compromiso con eso que se pide, esto es: sólo tiene sentido si se corresponde con una vida comprometida con la justicia.

Domingo 30º del Tiempo Ordinario 26 de octubre de 2025 |
¿Quiénes? ¿Los buenos? ¿Los que cumplen las leyes y las normas? ¿Los piadosos? Puede que sí; pero no por su piedad o su observancia. Quienes quieran estar bien con Dios, ser amigos del Padre, necesitan cumplir algunas condiciones: que sientan necesidad de esa amistad, que la acepten como un regalo, que no desprecien a quienes no son como ellos, que no se crean los únicos amigos de Dios.
Pero, además, hay que saber que, para acercarse a Dios no hay que alejarse de este mundo, no hay que subir al cielo: Él ha decidido bajar hasta nosotros. Basta con que queramos acogerlo y hacerle un sitio entre nosotros poniendo en práctica unas justas relaciones con el prójimo.

1 de noviembre de 2025 |
Una propuesta, un ideal para todos
Durante mucho tiempo se consideró que las bienaventuranzas eran unas exigencias orientadas a unos pocos, a quienes no se conformaban con hacer lo mínimo necesario para obtener la salvación y elegían un modo de vida mucho más exigente, un vida que fuese camino de santidad.
Es cierto que, la elección de este pasaje evangélico de las bienaventuranzas para la festividad de Todos los Santos nos está diciendo que lo que hace que alguien sea santo consiste en poner en práctica ese ideal, en trabajar de modo constante en impulsar el proyecto de mundo contenido en las bienaventuranzas. Pero este ideal no es para unos pocos —nada en el evangelio justifica esta interpretación—, sino para todos los que nos llamamos cristianos, para todos los que nos consideramos seguidores de Jesús de Nazaret.

Domingo 31º del Tiempo Ordinario - 2 de noviembre de 2025 |
Ya va bajando el cielo
Zaqueo era, objetivamente, un ladrón. Pero el mensaje de Jesús le hizo tomar conciencia de su miseria moral. Y tuvo la valiente humildad, como el recaudador del domingo pasado, de reconocerlo. Y supo también buscar —en Jesús— el remedio. Le costó mucho dinero; pero a cambio de ese dinero obtuvo algo que todo el dinero del mundo no le habría podido lograr: el amor de Dios que, eficaz por medio de Jesús, venció a su egoísmo, su ambición y sus injusticias; y cambió su corazón. Y, entonces, la salvación, —el cielo, es decir el Padre— ocupó otra pequeña parcela de esta tierra.

Domingo 32º del Tiempo Ordinario - 9 de noviembre de 2025 |
Donde hay amor, allí hay vida
Después de justificar la absurda ley del celibato de muchas absurdas maneras, se encontró en el evangelio de este domingo una hermosa argumentación: puesto que en la otra vida varones y mujeres no se casarán, los que en esta vida renuncien al matrimonio anuncian ya la vida futura. Y es verdad... con una sola condición: que, en cada caso, esa renuncia sea absolutamente libre y consecuencia de su amor al estilo de Jesús.
Porque es el amor, no la renuncia, lo que, no sólo anuncia, sin que anticipa esa otra vida. Y ese amor puede estar presente en todas las opciones de vida de las personas.

Domingo 33º del Tiempo Ordinario - 16 de noviembre de 2025 |
Mantener activa la esperanza
Hace hoy 36 años, en el año 1989, tres días antes de que se celebrara este 33º domingo del tiempo ordinario y se leyeran en la liturgia dominical estas mismas lecturas, fueron asesinados en San Salvador Ignacio Ellacurría y sus compañeras y compañeros mártires. Quizá alguna vez sintieron la tentación de esperar sentados el Reino de Dios; seguro que alguna vez sintieron miedo. Pero vencieron la tentación, superaron el miedo y mantuvieron con constancia su compromiso. Al final se cumplió la palabra del Maestro: fueron perseguidos y asesinados por su fidelidad. Así empujaron el mundo hacia la liberación.