Domingo 11º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Primera lectura: Ezequiel 17,22-24
22 Esto dice el Señor: |
El capítulo 17 de Ezequiel comienza con una alegoría mediante la cual se denuncia al rey de Judá por haber roto su alianza con Babilonia, rompiendo su promesa, su juramento, con su rey y haber buscado ayuda en Egipto. (17,1-16); sigue un oráculo anunciando el fracaso de la alianza con Egipto y el anuncio del la destrucción de la monarquía y de la nación, que se interpreta como un castigo de Dios por la violación del juramento.
A partir del v. 22 (con el que comienza la primera lectura de hoy), sin embargo, cambia el tono de amenaza y se convierte en anuncio de salvación que, según los diversos comentaristas, puede referirse a la restauración de la monarquía o del reino de Judá.
Mediante el símbolo de un cedro (árbol de apreciada madera y de gran longevidad) que Dios mismo plantará con un esqueje tomado del cogollo de otro cedro alto y encumbrado se representa la grandeza del nuevo Estado de Judá que de ser un árbol humilde y seco pasará a convertirse en un árbol alto y reverdecido. Esta grandeza asombrará al resto de las naciones (todos los árboles silvestres) que reconocerán en la renovada grandeza de Israel la acción de su Dios.
En el v. 23 muchos comentaristas descubren un mensaje universalista que apuntaría a la superación de nacionalismo excluyente de Israel.