Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo C
Segunda Lectura: Colosenses 1,24-28
Texto |
24 Ahora me alegro de sufrir por vosotros, pues voy completando en mi carne mortal lo que falta a las penalidades del Mesías por su cuerpo, que es la Iglesia. 25 Yo fui destinado a su servicio cuando Dios me confió este encargo respecto a vosotros: anunciar por entero el mensaje de Dios, 26 el secreto escondido desde el origen de las edades y de las generaciones, revelado ahora a sus consagrados. 27 A éstos ha querido Dios manifestar qué espléndida riqueza representa este secreto para los paganos, pues consiste en que el Mesías, la gloria esperada, os pertenece. 28 Y esto predicamos nosotros, aconsejando a todo hombre y enseñando a todo hombre lo mejor que sabemos, para hacer de todo hombre un cristiano cabal. |
Notas |
Pablo describe su tarea y las dificultades que en ella encuentra como continuación de la misión de Jesús, de su entrega, de su pasión y muerte; esta continuidad permite al apóstol abrir la puerta de la fe cristiana a todos los que no pertenecen al pueblo judío (a estos les anunció el evangelio el mismo Jesús; ahora es el tiempo de anunciarlo a los paganos). |