Domingo 3º de Pascua - Ciclo B
Segunda lectura: 1ª Juan 2,1-5a
2 1 Hijos, os escribo esto para que no pequéis; pero, en caso de que uno peque, tenemos un defensor ante el Padre, Jesús, Mesías justo, 2 que ha expiado nuestros pecados, no sólo los nuestros, sino también los del mundo entero. |
El efecto que Juan quiere conseguir en sus lectores es, en primer lugar, que no pequen, es decir, que no se comporten de acuerdo con los valores de este mundo injusto; pero, si pecan, esto es, si se dejan seducir en alguna ocasión por los atractivos que ofrece el mundo este, que no pierdan su confianza en el amor de Dios y en Jesús que, ahora junto al Padre, actúa como defensor nuestro.
El conocimiento debe manifestarse en la acción: es la vida la que da validez a la teoría; la verdad de nuestro conocimiento de Dios se podrá comprobar en nuestras acciones: si estas son expresión de amor -cumple sus mandamientos- serán la prueba no sólo de que conocemos a Dios, sino de que su amor ha llegado a realizarse plenamente en nosotros.