Domingo 4º del Tiempo Ordinario - Ciclo C
Segunda Lectura: Apocalipsis 7,9.14b-17
Texto |
9 Después de esto apareció en la visión una muchedumbre innumerable de toda nación y raza, pueblo y lengua; estaban de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos de blanco y con palmas en la mano: 14 «Ésos son los que han salido de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero, 15 por eso están ante el trono de Dios, sirviéndole noche y día en su santuario; el que está sentado en el trono habitará con ellos; 16 no pasarán más hambre ni más sed, ni el sol ni el bochorno pesarán sobre ellos, 17 pues el Cordero que está ante el trono será su pastor y los conducirá a fuentes de agua viva (Is 49,10) y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos» (Is 25,8). |
Notas |
Después de explicar cómo Dios se ocupa de proteger a los suyos en la tierra (7,1-8) el Apocalipsis presenta el estado al que llegarán los que se mantengan firmes hasta el fin. En ese estadio final, los seguidores del Cordero, al que aclaman a una voz, son la muestra de la universalidad del proyecto liberador de Dios: proceden de toda nación y raza, pueblo y lengua. |