Domingo 29º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Segunda lectura: 1ª Tesalonicenses 1,1-5b
1 Pablo, Silvano y Timoteo, a los que en Tesalónica forman la Iglesia de Dios Padre y del Señor Jesús Mesías: os deseamos gracia y paz. |
Comienzo de la carta a la comunidad de Tesalónica con indicación de los remitentes -Pablo, Silvano y Timoteo- y los destinatarios, la iglesia, el nuevo pueblo, que ahora es, a la vez, de Dios Padre y del Señor Jesús Mesías, constituido como tal en una ciudad pagana, Tesalónica.
Como en otras cartas, Pablo comienza dando gracias a Dios por la situación de la comunidad a la que se dirige, que en este caso se caracteriza por una fe activa, un amor constante y una esperanza comprometida. La presencia de estas tres actitudes características de la vida cristiana son la muestra de que los cristianos de Tesalónica han correspondido al amor de Dios que los ha elegido, acogiendo con seriedad el mensaje de la Buena Noticia, que ha transformado radicalmente su existencia; por eso en la comunidad se manifiesta ahora con tanta vitalidad la acción del Espíritu, cuya presencia revelan esos valores y actitudes de sus miembros.