Bautismo del Señor
Primera lectura: Isaías 42,1-4.6-7
1 Mirad a mi siervo, a quien sostengo; |
Presentación y misión del Siervo del Señor, personaje simbólico que aparece en el Segundo Isaías y que representa, con toda probabilidad al pueblo de Israel (Is 41,8) y su misión en la Historia de la Salvación, misión que consiste en ser modelo de una humanidad justa y libre, de acuerdo con el plan de Dios.
En la primera parte de la lectura (1-4), Dios presenta a su Siervo a toda la humanidad: él es objeto de la elección y del amor de Dios y cuenta con su fuerza vital (su espíritu) para llevar a cabo la tarea que se le encomienda: realizar la justicia de Dios en toda la humanidad.
Dos características del siervo en el desarrollo de su misión: firmeza en su compromiso y uso de lo que hoy llamaríamos técnicas no violentas, especialmente en relación con los más débiles.
En la segunda parte (6-7), después de presentarse a sí mismo como creador (v.5), Dios se dirige al siervo para encomendarle la misión a la que lo ha destinado: ser mediador de una alianza que Dios quiere que abarque a toda la humanidad, a todas las naciones. Para ello el siervo deberá señalar el camino de la liberación y del conocimiento del plan de Dios a todos los que están privados de libertad y ciegos para descubrir la dignidad de la que Dios los ha investido.