Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo A - Evangelio
Mateo 13,24-4
24Les propuso otra parábola: |
Tres parábolas que presentan cómo será el desarrollo del reinado de Dios en el mundo.
La primera, la de la cizaña, destaca las contradicciones que dentro de la misma comunidad cristiana surgirán, no de manera espontanea, sino como consecuencia de la actividad de un sembrador enemigo cuya identidad desvelará más adelante.
La parábola advierte, además, del peligro de convertirse en jueces de los demás y de querer extirpar la mala hierba de manera inmediata. En primer lugar, a veces no es sencillo distinguir la buena y la mala hierba; en segundo lugar el momento del juicio será determinado por el dueño del campo, es decir, por el mismo Dios.
La segunda parábola - el grano de mostaza- modera los delirios de grandeza que los discípulos pudieran haber heredado de las tradiciones judías: el reino de Dios definitivo será algo radicalmente nuevo (nacerá de una diminuta semilla y no de un tallo del cogollo del cedro alto y encumbrado - Ez 17,22); y será algo sencillo, humilde, pero inmenso en su capacidad de acogida.
La tercera describe mediante la metáfora de la levadura la relación dialéctica de la comunidad cristiana y la sociedad: los seguidores de Jesús deben integrarse en la sociedad, pero no para identificarse con sus estructuras y valores, sino para transformarlos.
La explicación de la parábola de la cizaña nos desvela algunos aspectos importantes: el sembrador es Jesús, modelo de hombre nuevo; la semilla no es su mensaje tomado en teoría, como pura doctrina, sino hecho realidad, -vida- en los hombres que han adoptado a Jesús como modelo; el sembrador enemigo el conjunto de valores que constituyen la estructura del mundo injusto; la cizaña los que profesan este tipo de valores y viven de acuerdo con ellos, pero camuflados en medio de los que quieren un mundo verdaderamente nuevo (la cizaña nace y crece en medio del reino, cuando este ya ha comenzado a existir, y se confunde con el trigo).
La coexistencia entre trigo y cizaña muestra el respeto de Dios por la libertad de los hombres: su propuesta no se impone.
El juicio revela que Dios no es neutral y que lo que será juzgado con más severidad son los escándalos, es decir, los intentos, logrados o no, de desviar a los seguidores de Jesús de su camino; en qué momento se producirá éste no se indica (el final de esta edad no se puede identificar sin más con el fin del mundo), pero el resultado será que los justos (es decir, los que sean fieles a la justicia del reino, es decir, a los valores del las bienaventuranzas) mostrarán la plenitud de ser hijos de Dios.