27 de mayo de 2018 |
Porque es el único liberador
La historia de las relaciones de Dios con la humanidad es la historia del compromiso de Dios con la libertad y la vida de los hombres; y en ese compromiso realizado Dios se da a conocer como liberador y dador de vida; y esto en contra del intento de algunos que, interesadamente, tratan de presentar a Dios como enemigo de la libertad y amenaza para la vida de los hombres. Los dioses falsos son siempre opresores. Y falsos son los dioses de los opresores. Y sabemos qué Dios es el verdadero, porque es el único Dios liberador.
20 de mayo de 2018 |
Humanidad nueva contra el pecado del mundo
Hoy celebramos la fiesta del Espíritu Santo; se supone que ya lo hemos recibido en nuestro bautismo y que hoy nos abrimos de nuevo a él, dispuestos a ser coherentes con su presencia en nosotros y a renovar nuestro compromiso de trabajar en la construcción del nuevo pueblo de Dios, de luchar por que aumenten los hombres (mujeres y varones) nuevos y crezca la nueva humanidad, denunciando, para que esto sea posible, el el el el el el el pecado del mundo, esto es, todo lo que aleja a la humanidad de ese ideal.
13 de mayo de 2018 |
Dios no abandona su humanidad
Dios quiso ser hombre; y lo fue en Jesús de Nazaret. Ese hecho no se quedó en una mera anécdota, en un episodio pasajero. Dios no ha abandonado jamás esa humanidad que asumió. Y esa fusión de la divinidad con la humanidad se convirtió en algo irreversible y definitivo: Dios sigue siendo hombre; el Hombre sigue siendo Dios.
La ascensión de Jesús significa, además, que, porque Jesús fue fiel a su compromiso con la tierra, el Padre lo recibió en su casa y lo sentó a su lado en el cielo. Su presencia junto al Padre nos proporciona una firme seguridad pues sabemos que Jesús está ocupado en prepararnos un lugar junto a él; pero, precisamente por eso, a nosotros nos toca preocuparnos de que todos los hombres tengan un lugar digno para vivir ya aquí, en la Tierra. Todo esto celebramos hoy.
6 de mayo de 2018 |
¿“El Señor”?
Dios ya no es “señor”, al menos al estilo de los señores de la tierra. Su señorío es de otra clase. El es un Señor sin siervos. Por eso en su ley no manda que lo sirvamos a él, sino que nos queramos unos a otros. Su señorío -el del Padre y el del Hijo- no es otro que su amor sin medida, manifestado en el don de la vida, de su vida, que nos hace hijos, amigos... hermanos.
29 de abril de 2018 |
Producir mucho fruto
Jesús se presenta como la vid verdadera. Él y los suyos, los que mantienen su adhesión a él, son el verdadero pueblo de Dios. Formar parte de este pueblo no es título que sirva de orgullo, sino exigencia y compromiso: de mantener la fidelidad a Jesús, de crecer en el amor, de construir la comunidad y de servir al mundo para que -en cada uno de nosotros y en el universo entero- sea una realidad la nueva humanidad que nace con Jesús resucitado. Éste es el fruto, una nueva humanidad.
22 de abril de 2018 |
Pastor y hermano
Frente a la insistencia de muchos en organizar nuestro mundo de modo jerarquizado, frente al empeño de algunos alejar a Dios y poner muchos mediadores entre él y los hombres, él ha optado por la cercanía, por hacerse presente en medio de los hombres en la carne de un hombre y mostrar su amor en un pastor que no vive de sino que vive con y para sus ovejas. Y él mismo se ha mostrado no como amo, sino como Padre. Por eso el Pastor es un hermano, el primero de los hermanos, el primero de un mundo de hermanos.