Asunción de María - Segunda lectura
1ª Corintios 15,20-26
20 Pero de hecho el Mesías ha resucitado de la muerte, como primer fruto de los que duermen, 21pues, si un hombre trajo la muerte, también un hombre trajo la resurrección de los muertos; 22 es decir, lo mismo que por Adán todos mueren, así también por el Mesías todos recibirán la vida, 23 aunque cada uno en su propio turno: como primer fruto, el Mesías; después, los del Mesías, el día de su venida; 24 luego el fin, cuando entregue el reinado a Dios Padre, cuando haya aniquilado toda soberanía, autoridad y poder. 25 Porque su reinado tiene que durar hasta 26 que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies; como último enemigo aniquilará a la muerte. |
A partir de la afirmación de la resurrección de Jesús, Pablo desarrolla su teología relativa a la solidaridad de la humanidad: primero con Adán, el primer hombre, que introdujo la muerte en el mundo al volver la espalda a Dios; ahora con Jesús Mesías, que ha devuelto al hombre la posibilidad de una vida en plenitud por medio de su entrega. Él, ya resucitado, es el primer fruto de esa nueva vida. Los demás irán participando plenamente de la resurrección de manera progresiva. El momento final coincidirá con la derrota y el sometimiento total de los poderes de este mundo y de su instrumento fundamental: la muerte.