Domingo 11º de Tiempo Ordinario - Ciclo A

Segunda Lectura: Romanos 5,6-11

 

Texto

    6 Es que cuando aún nosotros estábamos sin fuerzas, entonces, en su momento, Jesús el Mesías murió por los culpables. 7 Cierto, con dificultad se dejaría uno matar por una causa justa; con todo, por una buena persona quizá afrontaría uno la muerte. 8 Pero el Mesías murió por nosotros cuando éramos aún pecadores: así demuestra Dios el amor que nos tiene.
    9 Pues ahora que Dios nos ha rehabilitado por la sangre del Mesías, con mayor razón nos salvará por él del castigo; 10 porque si, cuando éramos enemigos, la muerte de su Hijo nos reconcilió con Dios, mucho más, una vez reconciliados, nos salvará su vida. 11 Más aún, gracias a Jesús Mesías, Señor nuestro, que nos ha obtenido la reconciliación, estamos también orgullosos de Dios.

Notas

    La presencia del Espíritu, acaba de decir San Pablo, es experiencia del amor de Dios y fuente de una firme esperanza que no se verá defraudada: alcanzar el esplendor de Dios (Rm 5,1-5).
    Esa esperanza se reafirma al volver la vista a la cruz de Jesús: en ella se manifiesta el amor de Jesús, que entrega su vida incluso por los que en ese momento son sus enemigos. Ese amor del Mesías es manifestación del amor de Dios y no de su ira, como se ha dicho muchas veces; Jesús no muere para aplacar la ira de Dios, sino porque él ama a la humanidad con el mismo amor con que el Padre la ama.
    Ese amor de Dios es fiel hasta el punto que muestra la muerte de Jesús; por eso, afirma Pablo, debemos estar seguros de que seguiremos gozando de él ahora que, reconciliados con Dios al participar de la vida de Jesús, ya no somos enemigos. Frente a la soberbia  farisea (que se hincha por el mérito de las propias obras) nace un nuevo motivo de orgullo: el haber sido aceptados gratuitamente como amigos/hijos de un Dios que es Padre.

We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.