⁷ Bien sabéis en qué forma hay que seguir nuestro ejemplo: estando con vosotros, no estuvimos ociosos, ⁸ no comimos el pan de balde a costa de alguien, sino con fatiga y cansancio, trabajando día y noche para no seros gravoso a ninguno. ⁹ Y no es que no tuviéramos el derecho de hacerlo, pero queríamos presentarnos ante vosotros como un modelo que imitar, ¹⁰ pues cuando estábamos ahí os dimos esta norma: el que no quiera trabajar, que no coma.

     Instrucciones finales de la carta.
     Pablo pondera la importancia del trabajo y se pone de ejemplo en lo que a esto se refiere, pues cuando estuvo en Tesalónica se ganó con su trabajo el pan que se comió. A continuación amonesta a algunos miembros de la comunidad que andaban muy ocupados en no hacer nada. Podría tratarse de miembros de la comunidad que, convencidos que el día del Señor estaba cerca y que su irrupción era inminente, consideraban que no valía la pena gastar esfuerzos en ninguna otra cosa. A estos les manda Pablo que trabajen pacíficamente para ganarse el pan, después de advertir a la comunidad que el que no trabaje que no coma.