Domingo 1º de Pascua - Ciclo A -Salmo Responsorial
Salmo 117(118),1-2.15b-17.22-23a
1 Dad gracias al Señor porque es bueno, 15 «La diestra del Señor es poderosa, 22 La piedra que desecharon los arquitectos, |
Canto de acción de gracias por la liberación conseguida por Dios para alguien que no se identifica, quizá para un personaje de relevancia social.
La salvación que Dios ofrece es manifestación de su inmenso amor, de su inextinguible misericordia.
La experiencia de la liberación lleva al testimonio: el que ha experimentado la fuerza liberadora y vivificadora del Señor, lo anuncia, lo cuenta: la fuerza y el poder de Dios consisten en su inagotable amor.
El último verso de los que se recitan en la liturgia de este domingo se lo aplica a sí mismo Jesús, discutiendo con los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo, viñadores perversos, que ya habían decidido acabar con su vida: él, Jesús, es esa piedra angular y ellos, los dirigentes del pueblo, son los arquitectos que han rechazado esa piedra (Mt 21,42; Mc 12,10; Lc 20,17).
Después de su resurrección, Pedro, interrogado en presencia de los Jefes del pueblo y los senadores usa también este verso para poner ante los dirigentes de Israel su culpabilidad por haber rechazado la que Dios había decidido que fuese la piedra angular en su nuevo pueblo (Hch 4,11).