Domingo de Pentecostés - Ciclo B
Salmo responsorial: 103(104),1ab.24ac.29bc-31.34
1 Bendice, alma mía, al Señor, |
Himno de alabanza a Dios por sus obras. La grandeza de Dios se revela en la grandiosidad y la belleza del cosmos y la naturaleza. Entre tanta magnificencia, la vida ocupa el lugar principal y en ella el autor del poema descubre la presencia del Espíritu de Dios: si está cerca, la vida sobreabunda, si se aleja, desaparece.
La gloria de Dios, reconocida por el orante, es causa del goce del Señor; la acogida por parte de Dios de la oración del salmista, anda igualmente pareja con la alegría de sus fieles.