Domingo 4º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Salmo responsorial 94 (95),1.2.6-9
1 Venid, aclamemos al Señor, |
Himno de alabanza propio de una celebración litúrgica.
Invitación a alabar al Señor primero por el simple hecho de ser Dios, soberano de todos los dioses, (vv. 3-5, que no se recitan en la liturgia dominical), en segundo lugar por ser creador del ser humano y, finalmente por ser el Dios de la Alianza: «él es nuestro Dios y nosotros su pueblo...».
Esa relación especialísima del pueblo con su Dios debe expresarse, no sólo en cantos e himnos de alabanza, sino sobre todo, en la aceptación de su palabra, aprendiendo -para no repetirlos- de los errores que se han producido en otros momentos históricos (ver Ex 17,1-7) en los que el pueblo, en lugar de aceptar gozosamente la palabra y la acción liberadora de Dios, se rebeló ante ellas. Para el pueblo debió ser suficiente -y debe seguirlo siendo- la experiencia de la intervención liberadora del Señor, el conocimiento de sus obras.