Domingo 4º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Primera lectura: Deuteronomio 18,15-20
Habló Moisés al pueblo diciendo: |
En este pasaje se explica la institución profética como la respuesta a la petición del pueblo: la visión directa de Dios se percibe como algo tan tremendo que puede causar la muerte de quien la experimenta, y pide un mediador: el profeta es, por tanto, el que habla al pueblo en nombre de Dios. La promesa del versículo 15 se irá actualizando a lo largo de los siglos y terminará leyéndose como el anuncio del envío de un segundo Moisés.
Respecto a la institución profética el Deuteronomio plantea una doble exigencia: fidelidad del profeta a lo que Dios le dice; y, a los que escuchan, apertura y acogida de esa palabra de Dios que les llega a través del mensaje del profeta.
Termina la lectura con una severa advertencia a los falsos profetas, a los que hablan en nombre de dioses falsos o atribuyen a Dios lo que éste no ha dicho.