Domingo 31º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Primera lectura: Malaquías 1,14b-2,2b.8-10
1 14b Yo soy el Rey soberano 2 1 Y ahora os toca a vosotros, sacerdotes: |
Duro reproche del profeta a los sacerdotes a los que acusa de haber sido infieles su misión. La causa de la irritación de Dios es que éstos, por un lado, no lo respetan, no viven de acuerdo con la voluntad de Dios -«os apartasteis de mi camino»- y, por otro lado, su ejemplo y la doctrina que enseñan es causa del tropiezo, del pecado, de muchos, con lo que la alianza de Dios con Leví ha quedado invalidada.
El profeta termina recordando que Dios es Padre y Señor y evocando la alianza e indicando que la paternidad de Dios, su señorío sobre el mundo todo y la alianza son incompatibles con una sociedad, con un [des]orden en el que unos hombres explotan y oprimen a otros hombres. De esta manera concreta la acusación anterior: la alianza queda invalidada, se hace tropezar a muchos, se abandona el camino que indica la palabra de Dios cuando se presenta una religiosidad compatible con el despojo del prójimo, con la explotación del hombre por el hombre.