Domingo 14º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Segunda Lectura: Romanos 8,9.11-13
Texto |
9 Vosotros, en cambio, no estáis sujetos a los bajos instintos, sino al Espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros; y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, ése no es cristiano. 11 Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de la muerte habita en vosotros, el mismo que resucitó al Mesías dará vida también a vuestro ser mortal, por medio de ese Espíritu suyo que habita en vosotros. 12 Resumiendo, hermanos: deudores lo somos, pero no de los bajos instintos para tener que vivir a su manera. 13 Si vivís de ese modo, vais a la muerte, y, al contrario, si con el Espíritu dais muerte a las bajas acciones, viviréis. |
Notas |
La libertad que otorga el Espíritu («donde hay espíritu del Señor hay libertad», 2ª Corintios 3,17) es incompatible con una conducta que revela que el hombre está sometido a lo que Pablo llama bajos instintos, expresión con la que el Apóstol resume todas aquellas tendencias que impiden a los hombres aceptar a Dios como Padre y vivir como hijos suyos. Y puesto que el Espíritu es, por su propia naturaleza, vida vivificadora, asumir como modo de vida el impulso contrario constituye abocarse a una existencia que Pablo define como muerte; la vida, por el contrario, abundará para quienes configuran su conducta bajo el impulso del Espíritu. |