Domingo 29º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

Primera Lectura: Éxodo 17,8-13

 

Texto

    8 Los amalecitas fueron y atacaron a los israelitas en Rafidín.
    9 Moisés dijo a Josué:
    - Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré de pie en la cima del monte con el bastón maravilloso en la mano.
    10 Hizo Josué lo que le decía Moisés y atacó a los amalecitas; mientras, Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. 11 Mientras Moisés tenía en alto la mano vencía Israel, mientras la tenía bajada vencía  Amalec.  12 Y como le pesaban las manos, ellos cogieron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentase; mientras, Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sostuvo los brazos hasta la puesta del sol. 13 Josué derrotó a  Amalec y a su tropa a filo de espada.

Notas

    Después de la protesta del pueblo ante Moisés en Masá y Meribá  -los israelitas temieron morir de sed y sintieron nostalgia de la tierra de esclavitud, de Egipto (Ex 17,1-7)-, el libro del Éxodo narra una batalla de Israel contra los amalecitas; en este relato lo principal es que la victoria se obtiene siempre que el pueblo se deja guiar por el Dios de la liberación: el bastón maravilloso que sostiene Josué a la vista de los combatientes es el bastón de pastor de Moisés, el mismo bastón que le sirvió para demostrar ante su pueblo que Dios estaba con él (Ex 4,4,1-5) y la superioridad del Dios de Israel sobre los sabios y hechiceros de Egipto (7,9-13); y el mismo bastón que jugó un papel importante en las plagas (7,14-10,13) que precedieron a la salida de los israelitas de Egipto.