Sagrada Familia
Primera lectura: Eclesiástico 2,2-6.12-14
2 Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole 3 El que honra a su padre expía sus pecados, 4 el que respeta a su madre acumula tesoros; 5 el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y cuando rece, será escuchado; 6 el que respeta a su madre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha; 12 Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas: 13 aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. 14 La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados; 15 el día del peligro se acordará de ti y deshará tus pecados como el calor la escarcha. |
Afirmación de la autoridad paterna. Exigencia de que los hijos cuiden de los padres y no los dejen abandonados y en la miseria cuando estos no puedan valerse por sí mismos: abandono y deshonra vienen, en este contexto, a ser sinónimos. Dios premiará la atención de los hijos hacia los padres perdonando sus pecados y escuchando sus oraciones. En esta época los ancianos quedaban, si los hijos no se ocupaban de ellos, totalmente desamparados: se trata, una vez más de la preocupación de Dios por los más débiles, por los más desfavorecidos de la sociedad.