Domingo 1º de Cuaresma - Ciclo A
Evangelio: Mateo 4,1-11
Texto |
4 1Entonces fue conducido Jesús al desierto por el Espíritu, para que el diablo lo tentara. 2Ayunó cuarenta días con sus noches y al final sintió hambre. 3El tentador se le acercó y le dijo: -Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. 4Le contestó: -Está escrito: «No sólo de pan vive el hombre, sino también de todo lo que diga Dios por su boca» (Dt 8,3). 5Entonces se lo llevó el diablo a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo 6y le dijo: -Si eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque está escrito: «A sus ángeles ha dado órdenes para que cuiden de ti»; y también: «te llevarán en volandas, para que tu pie no tropiece con piedras» (Sal 91,11-12). 7Jesús le repuso: -También está escrito: «No tentarás al Señor tu Dios» (Dt 6,16). 8Todavía lo llevó el diablo a un monte altísimo y le mostró todos los reinos del mundo con su gloria, 9diciéndole: -Te daré todo eso si te postras y me rindes homenaje. 10Entonces le replicó Jesús: -Vete, Satanás, porque está escrito: «Al Señor tu Dios rendirás homenaje y sólo a él prestarás servicio» (Dt 6,13). 11Entonces lo dejó el diablo; en esto se acercaron unos ángeles y se pusieron a servirle. |
Notas |
Después de su Bautismo, compromiso de fidelidad con el proyecto del Padre y de solidaridad y amor leal hacia la humanidad, Jesús es conducido por el Espíritu al desierto, en donde va a mostrar su firmeza superando las pruebas -tentaciones- a las que el diablo -enemigo de Dios y enemigo del hombre, personificación de toda oposición al proyecto de humanidad de Dios-, lo va a someter. Satanás tratará de desviarlo de su camino proponiéndole que se olvide de todo y piense sólo en sí mismo (1ª tentación), que ponga a Dios a su servicio para provocar el entusiasmo de la gente que esperaba un mesías (2ª) y que busque, como objetivo personal último, el poder (3ª). Usando la palabra de Dios como respuesta, es decir, adhiriéndose a la voluntad de Dios, Jesús rechaza las propuestas de Satán y, así, va superando todas las tentaciones y mostrando su fidelidad al plan de salvación. Este relato anticipa las propuestas contrarias a su mesianismo que tratarán de desviar a Jesús de su misión a lo largo de toda su vida, propuestas que él irá rechazando. Y anuncia que no estará sólo en su tarea: «...se acercaron unos ángeles y se pusieron a servirle.» |