Domingo 4º de Adviento - Ciclo A

Segunda Lectura: Romanos 1,1-7

 

Texto

1   1Pablo, siervo del Mesías Jesús, apóstol por llamamiento divino, escogido para anunciar la buena noticia de Dios.
    Esta buena noticia, 2 prometida ya por sus Profetas en las Escrituras santas, 3 se refiere a su Hijo que, por línea carnal, nació de la estirpe de David y, por línea de Espíritu santificador, 4 fue constituido Hijo de Dios en plena fuerza a partir de su resurrección de la muerte: Jesús, Mesías, Señor nuestro.
    5 A través de él hemos recibido el don de ser apóstol, para que en todos los pueblos haya una respuesta de fe en honor de su nombre. 6 A ellos pertenecéis también vosotros, llamados por Jesús el Mesías.
    7 A todos los predilectos de Dios que estáis en Roma, llamados y consagrados, os deseo el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor, Jesús Mesías.

Notas

    Comienzo de la carta a los Romanos.
    Después de presentase como siervo del Mesías Jesús y apóstol, a quien Dios le ha encomendado la misión de anunciar la buena noticia (v.1), Pablo presenta una síntesis de la misma. El contenido del mensaje que él anuncia y de la fe que profesa está constituido por una persona, Jesús de Nazaret, definido por dos rasgos fundamentales: la encarnación -su nacimiento como hombre- y la manifestación de su filiación divina a partir de su resurrección (2-4).
    Pablo se presenta como apóstol, aunque su misión, que ha recibido de Dios por medio de Jesús Mesías, tiene una particularidad respecto a la misión del resto de los apóstoles: su tarea consiste en descubrir a todos los pueblos la buena noticia de Jesús y transmitirles su llamada para que todos puedan acogerla y aceptarla. De esa misión se han beneficiado ya los miembros de la comunidad de Roma.
    Termina Pablo con un saludo en el que describe a los cristianos de Roma como objeto del amor de Dios (predilectos), que los ha elegido y se los ha reservado para sí (llamados y consagrados); a ellos les desea que ese amor de Dios tenga como resultado la paz más plena (la paz de Dios nuestro Padre y del Señor, Jesús Mesías).