Domingo 33º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

Segunda Lectura: Hebreos 10,11-14.18

 

Texto

    11 Los sacerdotes están todos de pie cada día celebrando el culto, ofreciendo una y otra vez los mismos sacrificios, que son totalmente incapaces de quitar los pecados. 12 Éste, en cambio, después de ofrecer un sacrificio único por los pecados, se sentó para siempre a la derecha de Dios. 13 No le queda más que aguardar a que «pongan a sus enemigos por estrado de sus pies», 14 pues con una ofrenda única dejó transformados para siempre a los que va consagrando. 18 Ahora bien, donde el perdón es un hecho, ya no hay más ofrendas por el pecado.

Notas

    Continúa la carta a los Hebreos poniendo de relieve la superioridad de la Nueva Alianza frente a la Antigua. Los sacerdotes de la Antigua Alianza eran muchos, muchos eran sus sacrificios y en presencia de Dios deben mantenerse en pie. Jesús Mesías, celebró un solo sacrificio y está ahora sentado junto a la derecha de Dios.  Su sacrificio es plenamente eficaz y ha provocado en quienes va consagrando el cambio que anunció Jeremías (31,33-31, citado por el autor de Hebreos pero que no se leerá en la celebración litúrgica): la transformación del corazón y el perdón definitivo de los pecados.

We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.