Domingo de Resurrección

Segunda Lectura: Colosenses 3,1-4

 

Texto

3    1 Por tanto, si habéis resucitado con el Mesías, buscad lo de arriba, donde está el Mesías sentado a la derecha de Dios; 2 estad centrados arriba, no en la tierra. 3 Moristeis, repito, y vuestra vida está escondida con el Mesías en Dios; 4 cuando se manifieste el Mesías, que es vuestra vida, con él os manifestaréis también vosotros gloriosos.

Notas

     Se está refiriendo Pablo en los párrafos anteriores a la característica de muchas sociedades, de muchas culturas que consiste en la tendencia a convertir lo terreno, lo humano (fiestas, lunas nuevas o sábados... Col 2,16) en divino, en hacer de las costumbres humanas ley de Dios: «No tomes, no pruebes, no toques” de cosas que son todas para el uso y consumo, según las consabidas prescripciones y enseñanzas humanas...» (2,21-22).
     Para los cristianos, que ya participan de la vida de Jesús resucitado, todo eso es asunto sin trascendencia; lo que realmente importa, quien debe ser el centro del interés y dar sentido a la vida de los cristianos es el Mesías quien, llegado ya a la meta, sentado a la derecha de Dios, es el objetivo que ha de orientar nuestro compromiso y nuestras vidas.