Domingo 1º de Adviento - Ciclo C

Segunda Lectura: 1ª Tesalonicenses 3,12-4,2

 

Texto

     12 Que a vosotros os conceda el Señor un amor siempre creciente de unos a otros y a todos, como el nuestro por vosotros; 13 que os afiance así interiormente, para que os presentéis con una santidad sin tacha ante Dios nuestro Padre cuando vuelva nuestro Señor Jesús con todos sus santos.
     1 En fin, hermanos, esto os pido con insistencia por el Señor Jesús: ya que aprendisteis de nosotros cómo debéis portaros para agradar a Dios, y ya que os portáis así, que sigáis progresando. 2 Conocéis bien las instrucciones que os dimos en nombre del Señor Jesús.

Notas

     Pablo, que acaba de expresar su interés por visitar personalmente a los tesalonicenses (2,17ss), cierra la primera parte de la carta con una oración: primero, ruega a Dios que guíe su camino hacia ellos (4,11). Para los miembros de la comunidad pide que el amor que ya practican, según las noticias que le han llegado por medio de Timoteo (3,6), sobreabunde y crezca de modo constante. Este amor, que debe tener como objeto a los miembros de la comunidad en primer lugar, ha de ser lo suficientemente fuerte como para superar cualquier tipo de fronteras y alcanzar a todos; ese modo de vida, hace a los hombres agradables a Dios y los prepara para el encuentro definitivo con él. La alusión a la segunda venida es característica de estas cartas.
     El último párrafo constituye el comienzo de la segunda parte de la carta y exhorta a los cristianos de Tesalónica a un comportamiento coherente con el mensaje que han recibido.