³ Os deseamos el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús Mesías.

        ⁴ Continuamente doy gracias a mi Dios por vosotros, por el favor que os ha concedido mediante el Mesías Jesús, ⁵ pues por su medio os ha hecho ricos de todo, de todos los dones de palabra y de conocimiento; ⁶ así se vio confirmado entre vosotros el testimonio que damos del Mesías, ⁷ hasta el punto de que en ningún don os quedáis cortos, mientras aguardáis la manifestación de nuestro Señor, Jesús Mesías; ⁸ él por su parte os mantendrá firmes hasta el fin, para que el día de nuestro Señor Jesús nadie pueda acusaros. ⁹ Fiel es Dios, y él os llamó a ser solidarios de su Hijo, Jesús Mesías, Señor nuestro.

      Saludo e introducción a la carta. El deseo expresado en el saludo enseguida se da por satisfecho, pues su contenido se convierte en motivo de acción de gracias: el amor de Dios que se pide es ya una realidad en la comunidad de Corinto, amor que les ha llegado por medio de Jesús y que se refleja en la gran cantidad de dones que se manifiestan entre sus miembros. Así, la vida de la comunidad se convierte en testimonio del Mesías y de su mensaje. Los creyentes pueden estar seguros de que a esta fidelidad corresponderá, con toda certeza, la fidelidad de Jesús Mesías para con los suyos y la del mismo Dios.