Domingo 1º de Tiempo Ordinario ❆ Bautismo del Señor - Ciclo A

Salmo responsorial: Salmo 28,1-4.9-10

 

Texto

1 Hijos de Dios, aclamad al Señor,
     aclamad la gloria y el poder del Señor,
2 aclamad la gloria del nombre del Señor,
     postraos ante el Señor en el atrio sagrado.

3 La voz del Señor sobre las aguas,
     el Dios de la gloria ha tronado,
     el Señor sobre las aguas torrenciales.
4 La voz del Señor es potente,
     la voz del Señor es magnífica,

9 La voz del Señor retuerce los robles,
     el Señor descorteza las selvas.
     En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
10 El Señor se sienta por encima del aguacero,
     el Señor se sienta como rey eterno.

Notas

     Himno a la grandeza y al poder de Dios.
     Después invitar a los fieles a unirse a la alabanza a Dios (1-2), el salmista se refiere al poder y a la grandeza de Dios, que se manifiestan o se simbolizan en la tormenta, el trueno, el relámpago y el rayo y su enorme capacidad de destrucción.
     La respuesta del pueblo ante tal manifestación es un grito, -«¡Gloria!»- y el reconocimiento de la realeza de Dios. Pero en esa aclamación se expresa, además, la confianza de que toda esa grandeza se manifestará en el don de la paz para el pueblo: «el Señor bendice a su pueblo con la paz» (v.11). El salmo, que casi en su totalidad podría sintetizarse como un «gloria a Dios en las alturas», se cierra con la afirmación de que de ese Dios llegará «a la tierra paz».