Domingo 4º de Pascua - Ciclo C

Salmo responsorial: Salmo 99,2-3.5

 

Texto

Aclamad al Señor, tierra entera,
         2  servid al Señor con alegría,
         entrad en su presencia con vítores.
3 Sabed que el Señor es Dios:
         que él nos hizo y somos suyos,
         su pueblo y ovejas de su rebaño.

4 Entrad por sus puertas con acción de gracias,
         por sus atrios con himnos,
         dándole gracias y bendiciendo su nombre:
5 «El Señor es bueno, su misericordia es eterna,
         su fidelidad por todas las edades».

Notas

    Invitación a aclamar y a servir a Dios.
    La relación del hombre con Dios se describe como servicio; pero un servicio que no esclaviza, que no anula ni rebaja la dignidad humana, sino que debe ser fuente de gozo y alegría.
    La alabanza se funda en dos hechos: el primero de ellos es la elección, que incluye la liberación de la esclavitud: «Él nos hizo... su pueblo...».
    El segundo -en realidad, el primero, pues es origen del que se cita en primer lugar- está incluido en la respuesta del pueblo, que reconoce y aclama la bondad, el amor y la fidelidad de un Dios que se manifiesta como creador y como liberador del pueblo.