Domingo 6º de Adviento - Ciclo C

Salmo responsorial: Salmo 1,1-4.6

 

Texto

1 Dichoso el hombre
    que no sigue el consejo de los impíos
ni entra por la senda de los pecadores,
    ni se sienta en la reunión de los cínicos,
2 sino que su gozo es la ley del Señor,
    y medita su ley día y noche.
3 Será como un árbol
    plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón,
    y no se marchitan sus hojas;
    y cuanto emprende tiene buen fin.
4 No así los impíos, no así:
    serán paja que arrebata el viento.
5 En el juicio los impíos no se levantarán,
    ni los pecadores en la asamblea de los justos;
6 porque el Señor protege el camino de los justos,
    pero el camino de los impíos acaba mal.

Notas

    Meditación sapiencial en la que se explicita la oposición Dios-hombre que encontrábamos en Jeremías, en la primera lectura.
    El salmo comienza con una bienaventuranza para el hombre que no comparte el modo de vida  (no sigue su consejo, no camina con ellos, no se sienta en su reunión) de los impíos sino que, muy al contrario, vive tratando de conocer y poner en práctica la voluntad del Señor, que es para él causa de alegría, de vida y de éxito.
    Aunque en ocasiones parezca lo contrario, el futuro de los impíos es precario y su prosperidad aparente, transitoria, porque no cuentan con el apoyo del Señor que sí que protege el camino de los justos.

We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.