Domingo 6º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

Salmo responsorial 31 [32], 1-2. 5.11

 

 

1 Dichoso el que está absuelto de su culpa,
            a quien le han enterrado su pecado,
2 dichoso el hombre a quien el Señor
            no le apunta el delito.
 
5 Había pecado, lo reconocí
            no te encubrí mi delito,
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,
            y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
 
11 Alegraos, los honrados, gozad con el Señor;
            aclamadlo, los hombres sinceros.

 
 

            Canto de acción de gracias por el perdón recibido de Dios.
             Comienza el salmo con una bienaventuranza: el hombre que ha sido objeto del perdón de Dios se siente dichoso; la felicidad se encuentra en la amistad con Dios.
             El pecado es causa de remordimientos insoportables (vv. 3-4); el reconocimiento del pecado implica el arrepentimiento; Dios entonces otorga el perdón.
             Invitación a la asamblea a unirse a la alabanza.