Domingo 22º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

Salmo responsorial: Salmo 67,4-5a.6-7ab.10-11

 

Texto

4 Los justos se alegran,
     gozan en la presencia de Dios,
     rebosando de alegría.
5 Cantad a Dios,
      tocad en su honor,

6Padre de huérfanos,
     protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.

7Dios prepara casa a los desvalidos,
     libera a los cautivos y los enriquece.
10Derramaste en tu heredad, oh Dios,
     una lluvia copiosa,
     aliviaste la tierra extenuada;
11y tu rebaño habitó en la tierra
     que tu bondad,
     oh Dios, preparó para los pobres.

Notas

     Himno de alabanza y acción de gracias que celebra la justicia de Dios, causa de alegría para los justos (el salmo comienza diciendo que la presencia de Dios pone en fuga a los malvados, vv. 2-4). Esa justicia, que se manifestó en la liberación de los israelitas de la esclavitud (v.5b, que no se recitará en la celebración), se sigue manifestando en la predilección de Dios por los más desamparados -huérfanos y viudas- y en su compromiso liberador con todos los que son víctimas de la injusticia, con quienes ven su dignidad pisoteada o con los que se ven privados de la libertad.
     En los últimos versos que se recitarán se fija la vista en Israel, que ha sido favorecido de manera especial por la acción de Dios: los miembros de este pueblo constituyen el rebaño de Dios y gracias a su acción habitan la tierra. Es de destacar la razón que revela el salmista para explicar la elección de Israel: ellos eran un pueblo pobre, sin nada, sin libertad y sin tierra; por eso fueron objeto del amor de Dios que había preparado la Tierra para los pobres.