7º Domingo del Tiempo Ordinario< - Ciclo C

Salmo responsorial: Salmo 102[103],1-4.8.10.12-13

 

Texto

Bendice, alma mía, al Señor,
    y todo mi ser a su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, al Señor,
    y no olvides sus beneficios.
3 El perdona todas tus culpas,
    y cura todas tus enfermedades;
4 él rescata tu vida de la fosa
    y te colma de gracia y de ternura.
8 El Señor es compasivo y misericordioso,
    lento a la ira y rico en clemencia.
10 No nos trata como merecen nuestros pecados,
    ni nos paga según nuestras culpas;
12 como dista el oriente del ocaso,
    así aleja de nosotros nuestros delitos;
13 como un padre siente ternura por sus hijos,
    siente el Señor ternura por sus fieles;
14 porque él conoce nuestra masa,
    se acuerda de que somos barro.

Notas

    Himno de alabanza a la misericordia de Dios.
    En primer lugar el salmista agradece los beneficios que él ha recibido de Dios: el perdón de sus pecados, la salud, la vida, la misericordia y el amor (1-5).
    A continuación proclama que esos beneficios que él ha recibido revelan el ser de Dios y su modo habitual de obrar manifestado a través de la historia (6-13).
    Dios es misericordioso, más todavía que justo. El perdón, que supera siempre a la justicia, al menos entendida al modo humano,  no es sólo una exigencia de Dios para los miembros de su pueblo; es, antes que nada, una expresión habitual del amor de Dios: «El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia». Es la definición que, según el libro del Éxodo, Dios da de sí mismo en el momento de la renovación de la Alianza: «El Señor pasó ante él [Moisés] proclamando: El Señor, el Señor, el Dios compasivo y clemente, paciente misericordioso y fiel, que conserva la misericordia hasta la milésima generación, que perdona culpas, delitos y pecados...» (Ex 34,6-7): mil generaciones de perdón y misericordia frente a sólo cuatro de castigo. El v. 13 ratifica lo dicho: Dios perdona porque nos quiere: «como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles».