Domingo 30º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Salmo 17(18),2-4.47.51

 

2 Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza,
                  3 Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador;
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
            mi fuerza salvadora, mi baluarte.
 
4 Invoco al Señor de mi alabanza
            y quedo libre de mis enemigos.
47 Viva el Señor, bendita sea mi roca,
            sea ensalzado mi Dios y salvador:

51 tú diste gran victoria a tu rey
            tuviste misericordia de tu ungido,
            de David y su linaje por siempre.

 

            Himno de acción de gracias, atribuido a David. Comienzo insólito en los salmos, en los que, al dirigirse a Dios, aún en los casos en los que se agradece su acción salvadora, suele expresarse admiración, asombro, respeto y temor, pero nunca amor (salvo el salmo 116 [114] en el que el salmista comienza también con la afirmación de su amor a Dios, pero sin dirigirse a Él). La razón del amor es la acción salvadora de Dios, experimentada por el salmista en el pasado, que le lleva a sentir y afirmar que su seguridad, expresada mediante varias imágenes (roca, refugio, escudo) continúa estando en el Señor en el momento presente.