Domingo 7º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Primera Lectura: Levítico 19,1-2.17-18

 

Texto

19     1 El Señor habló a Moisés:
    2 Di a toda la comunidad de los israelitas:
    17 No guardarás odio a tu hermano. Reprenderás abiertamente a tu conciudadano, y no cargarás con pecado por su causa.
    18 No serás vengativo ni guardarás rencor a tus conciudadanos.
    Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

Notas

    El capítulo 19 del libro del Levítico recoge una serie de preceptos relativos a las relaciones con el prójimo. Después de la introducción (vv. 1-2a) muestra la razón por la que los israelitas deben seguir estos preceptos: «Sed santos porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo» (v. 2b).
    Los vv. 17-18 constituyen el centro del capítulo.
    Se prohíbe el odio al hermano. La discrepancia no puede conducir nunca al odio. Si es necesario, se debe censurar la conducta de un conciudadano; pero nunca recurrir a la venganza y, ni siquiera, mantener el rencor.
    El precepto del amor al prójimo será el que recoja Jesús, junto con Dt 6,6 (el amor a Dios) como síntesis de las exigencias del Antiguo Testamento (Mt 22,39).